Comparativa: QLED vs OLED
¿Cuál es mejor en 2025?
QLED vs OLED: La guerra fría de los píxeles
Renovar el televisor solía ser una decisión sencilla: ibas a la tienda, elegías el más grande que cupiera en el mueble y listo. Hoy, en cambio, la elección entre OLED y QLED se parece más a una cumbre diplomática que a una compra tecnológica. Porque, aunque ambas tecnologías prometen experiencias visuales de otro planeta, sus diferencias son tan fundamentales como las que separaban a los Beatles de los Rolling Stones: mismo terreno, filosofías opuestas.
Aquí te dejo el campo de batalla, punto por punto, con sus respectivos ganadores, y sí, también con un poco de drama.
1. Tecnología de imagen: luz propia o prestada
QLED: es como un LED con esteroides. Añade una capa de puntos cuánticos (que suena a ciencia ficción, pero es marketing con base) para mejorar colores y brillo. Eso sí, necesita retroiluminación: su luz viene de fuera.
OLED: cada píxel brilla con luz propia. Literalmente. No hay retroiluminación, lo que permite encender o apagar cada píxel como si fuera una luciérnaga obediente.
🏆 Ganador: OLED. Tener el control absoluto de la luz no es poder divino, pero en imagen, se le parece.
2. Negros y contraste: el arte de la oscuridad
QLED: intenta alcanzar negros profundos mediante trucos de iluminación local. Lo logra… casi.
OLED: no intenta. Apaga el píxel y listo. Negro puro. Fin de la discusión.
🏆 Ganador: OLED. No hay sombra de duda, nunca mejor dicho.
3. Brillo: que se haga la luz
QLED: como esos amigos que siempre hablan alto. Su brillo es exagerado, ideal para salas iluminadas y HDR que grita.
OLED: más contenido. Brilla bien, pero no tanto. Aunque los modelos recientes (OLED evo) han aprendido a levantar la voz.
🏆 Ganador: QLED. Cuando el sol pega fuerte en el salón, el músculo importa.
4. Colores: naturalismo vs fuegos artificiales
QLED: colores vivos, saturados, que a veces parecen salidos de una caricatura japonesa.
OLED: colores más sutiles, realistas, especialmente en ambientes oscuros. Como una buena película europea: menos estridente, más profundo.
🤝 Empate técnico. Depende de tu paladar visual: ¿te gusta el Technicolor o el cine de autor?
5. Ángulo de visión: no todo es frontal
QLED: si te sientas de lado, el brillo y los colores empiezan a desertar.
OLED: puedes mirarla casi de perfil, y la imagen sigue intacta. Casi insultante de lo buena que es.
🏆 Ganador: OLED. Ideal para maratones de sofá lleno y suegras quisquillosas.
6. Burn-in: la pesadilla estática
QLED: duerme tranquilo. No tiene miedo de los logos fijos ni de los marcadores deportivos.
OLED: si dejas algo estático muchas horas, puede dejar una marca indeleble, como un tatuaje mal hecho.
🏆 Ganador: QLED. Para quienes ven el telediario con puntualidad suiza o juegan FIFA hasta el amanecer.
7. Diseño: delgado como una hoja, o casi
QLED: más gruesa, porque la retroiluminación necesita espacio. Aun así, moderna.
OLED: tan delgada que da miedo tocarla. Perfecta para colgar en la pared y fingir que vives en una revista de diseño.
🏆 Ganador: OLED. Minimalismo futurista en su máxima expresión.
8. Precio: la pregunta incómoda
QLED: mucho más amable con tu bolsillo. Desde 400–500 € puedes tener un muy buen modelo.
OLED: sigue siendo más caro, aunque ya hay modelos de entrada por debajo de 1.000 €.
🏆 Ganador: QLED. Porque la calidad cuesta, pero el alquiler también.
🏁 Veredicto final: ¿OLED o QLED?
Criterio | Ganador |
---|---|
Contraste y negros | OLED |
Brillo máximo | QLED |
Colores | Empate |
Ángulo de visión | OLED |
Burn-in | QLED |
Diseño ultrafino | OLED |
Precio | QLED |
Experiencia premium | OLED |
✅ Conclusión final: elige según tu tribu visual
Compra una TV OLED si:
Buscas una imagen cinematográfica, rica en matices y profundidad.
Vas a usarla en entornos oscuros.
Te derrites por el diseño y odias ver un solo gris que debería ser negro.
Compra una TV QLED si:
Quieres una pantalla brillante y resistente, ideal para el uso diario familiar.
Tienes un salón luminoso y no te importa que los negros sean más bien un gris muy decidido.
Tu presupuesto prefiere evitar el drama.
Ambas tecnologías son excepcionales. Pero como en toda buena historia, el final depende de tu punto de vista.